Esta película realizada por el cineasta italiano Gianni Amelio (1945) adapta la obra póstuma e inconclusa de Albert Camus (1913-1960), uno de los mayores escritores, ensayistas, dramaturgos del Siglo XX. Narra una historia de tintes absolutamente autobiográficos donde el escritor concibe a otro escritor para hablar de su propia historia que transcurre en Argelia en dos tiempos: su infancia en los años veinte y su adultez en 1956 cuando el país norafricano está en plena guerra contra Francia. Jacques Cormery es un nombre consagrado que regresa a Argelia para disertar en las universidades sobre el absurdo de una guerra sangrienta como todas, que enfrenta a colonizadores y colonizados. Él siente un profundo amor por su tierra, habiendo nacido en una familia de colonos pobres que huyeron de la pobreza y miseria europea de finales del Siglo XIX. En el reencuentro con su madre analfabeta se produce un regreso a la infancia, marcada por las precariedades económicas de su familia, integrada por madre, abuela y tío, con el fantasma del padre muerto y desconocido que cae en la Primera Guerra Mundial. El disertante indaga sobre la memoria, las relaciones humanas, los amores familiares y el destino trágico de su país tanto como el amor que siente por la herencia cultural francesa. Dos mundos antagónicos que intenta conciliar con escaso éxito. La película resulta ser la mejor adaptación del universo literario de Camus al lenguaje cinematográfico, que también intentaron con resultados menos satisfactorios dos buenos cineastas como Luchino Visconti en 1967, cuando adaptó la primer novela del argelino, «El Extranjero» y fue uno de los grandes fracasos de su carrera o Luis Puenzo con «La Peste» en 1992, inspirándose en el texto homónimo de 1947. En esta ocasión, la mano magistral de uno de los mayores y menos prolíficos cineastas europeos actuales, activo desde los años setenta y autor de films memorables como  «Puertas Abiertas» (1990), «Ladrón de niños» (1992), «Lamérica» (1994) o la reciente «La Ternura» (2017),todos memorables retratos de la Europa contemporánea, hace que los dos lenguajes mas (para mi) importantes del arte se fundan admirablemente, dando como resultado una de las películas mas hermosas de la presente década. El amor, la educación, las diferencia culturales entre musulmanes y cristianos, la guerra, la memoria, el reconocimiento, el dolor y la alegría, todos aspectos de una vida tan intensa como breve, la de este hombre Camus que murió en un accidente de dudoso origen a los 47 años en plena capacidad creadora. Un autor que mereció el Nobel de Literatura en 1957, que discrepó sobre el existencialismo o el comunismo, se enfrentó verbalmente a defensores de todas las ideologías afirmando que se basaban en un absurdo, fue activista en la Resistencia contra el dominio alemán y amó a mujeres mas allá de su propia esposa, que fue padre de mellizos y dejó para la Historia palabras memorables que habitan libros como los anteriormente citados u obras de teatro siempre vigentes y harto representadas como «El Malentendido» o «Calígula». Un Escritor y un Cineasta que unen sus miradas en otro ejercicio del mejor cine de siempre.

«EL PRIMER HOMBRE» / Il Primo Uomo- Le premier homme, 2011 / Italia- Argelia- Francia / Director Gianni Amelio / Intérpretes Jacques Gamblin, Nino Jouglet, Maya Sansa, Ulla Baugue, Catherine Sola /Color / Hablada en francés y árabe con subtítulos en castellano / Duración 1h 40 minutos.