Antoine tiene 60 años y aun guarda la fascinación por un recuerdo: de niño acudía a cortarse el pelo con demasiada frecuencia. Porque se había enamorado de la peluquera de su pueblo, mujer voluptuosa y dulce que le transportaba a otro mundo cuando posaba sus manos (y sus tijeras) sobre su infantil cabeza. La infancia perdida encuentra en esta evocación una fuente constante de bienestar en el adulto. Hasta que descubre a otra mujer en otra peluquería. Pero ya no es niño y el tiempo se le escapa de sus manos. Mathilde es mas joven que él, pero esto no es obstáculo para seducirla y declararle su amor. El misterio que la mujer desprende parece no impactar plenamente en la psique del hombre maduro.

Esta película de hace 28 años, fue en su momento un enorme suceso comercial en Francia, que se contagió a países de varias latitudes. Una extraña combinación de comedia y drama latente se esconden bajo sus imágenes. Y la originalidad de la propuesta es orquestada con maestría por un director que rara vez volvió a alcanzar semejante intensidad.

Patrice Leconte (1947) debutó en 1976 con un film también interpretado por el protagonista de este: Jean Rochefort (1930.2017), formidable actor que trabajó en mas de 100 films a lo largo de su carrera y se convirtió en uno de los rostros mas famosos y peculiares del cine galo. Con enorme capacidad para transitar de la comedia al drama, uno de sus últimos trabajos lo realizó interpretando al escultor mayor y abatido que renace ante la llegada de una joven muy bella en la película española «El Artista y la Modelo». El director Leconte  contó con él en varias oportunidades.

La carrera de este cineasta tuvo un nivel ascendente a través de una serie de exitosas comedias populares hasta el año 1989, cuando abandona el genero y se introduce en el dramático adaptando una novela de Simenon en otro de sus destacables trabajos: «Monsiuer Hire». Tras el suceso de «El marido de la peluquera» e instalado en una zona de privilegio en la cinematografía de su país, el autor no supo mantener el nivel y su linea fue descendente desde entonces. En 1998 reunió nuevamente a los astros Delon y Belmondo en «Los Profesionales». Pero el éxito no volvió a repetirse.

Queda entonces esta pieza como un destacado hito en su trayectoria. El film analiza la transformación de un niño en adulto sin abandonar muchas de las condiciones del primero. Una elección del personaje que le encamina hacia la melancolía ante la imposibilidad de perpetuar el deseo del instante preciso, aquel en el que sus fantasías se hacen realidad por un tiempo que él desea eterno. La búsqueda de esa felicidad es el motor que le moviliza y condena. La mujer, en su caso, es mas objeto de deseo que sujeto real. Por ello mismo,su dificultad en retenerla.

La protagonista femenina es una mujer de extraña belleza que tuvo un momento de gloria en su carrera con este film, pero que como la propia criatura a la que da vida, no logra mantener en el tiempo. Ha sido trabajando hasta la actualidad.

El film permanece entonces como un momento muy especial en la carrera de director y actriz, fenómeno frecuente en la Historia del Cien. El de nombres que parecían indicar grandes carreras pero quedaron solo en logros esporádicos. Su condición de «perla» es la que la ubica en ese espacio del celuloide integrado por películas realizadas por autores que acariciaron la brillantez para luego regresar a la modestia cuando no a la mediocridad mas absoluta. En todo caso, se la puede considerar un clásico del cine galo.

«EL MARIDO DE LA PELUQUERA» ( Le mari de la coiffeuse, 1990) Francia / Director Patrice Leconte / Intérpretes Jean Rochefort, Anna Galiena, Roland Bertin / Color / Hablada en francés con subtítulos en castellano / Duración 1h 22 minutos.