El realizador Sam Mendes (1965) debutó con «Belleza Americana» (American beauty) en 1999 y se consagró instantáneamente, obteniendo premios y repercusión en todo el mundo. Ahora estrena su última película que narra la historia de unos personajes que habitan una sala de cine en el sur de Inglaterra en los primeros tiempos del gobierno de Margaret Thatcher, de quién la película parece tener un recuerdo poco grato. De la mano de Hillary, la mujer encargada del funcionamiento del lugar llegan los demás que la acompañarán en su devenir entre pantallas blancas e intimidades de todo tipo. El cineasta describe con precisión a sus criaturas así como retrata el tiempo de inicio de la decadencia de los cines como consecuencia de la aparición de nuevos formatos tecnológicos para disfrutar en el hogar. Las cuatro décadas transcurridas desde la acción del film, le sirven para reflexionar sobre la capacidad de fascinación sin igual de las salas oscuras, sobre la importancia del haz de luz que emana del proyector, las butacas confortables y el placer de visionar una obra cinematográfica desde ese privilegiado lugar. Amorosamente nos introduce en esas tinieblas mágicas, uno de los inventos más impresionantes del ser humano desde hace ya más de un siglo.

El recuerdo del film de Tornatore, el ya clásico «Cinema Paradiso» (1988), puede presentarse al contemplar esta nueva obra. Con estilos diferentes, ambas homenajean un hábito hoy disminuido cuando no desaparecido en la mayoría de las poblaciones de todos los países. El cineasta londinense introduce otra vía de reflexión: el racismo, con el rechazo a la piel negra como distintivo de esta siniestra realidad, siempre presente en las mentes retrógradas que no conocen de clase social y que actuales partidos políticos llevan como bandera a pesar de su intención de esconderla. La inmigración también aparece en la historia y otras cuestiones que atraviesan las sociedades occidentales, que viven un tiempo de retroceso después de haber alcanzado logros fundamentales para la tolerancia entre humanos.

El cine entonces, vuelve a convertirse en expresión que va mucho más allá del puro, mero y vacío entretenimiento. A pesar de todos estos méritos, EL IMPERIO DE LA LUZ, no alcanzó el suceso público ni mucho menos el apoyo crítico, otro espacio que hoy parece estar más en crisis que nunca. Quienes nos acompañen en la función, podrán descubrir con mirada propia los méritos de una película tan hermosa como imperfecta, carne de cine de culto desde este mismo instante. La actuación de Olivia Colman, enorme intérprete actual, redondea un equipo de excelentes figuras. En Cine con inquietudes está condenado a permanecer. Que así sea.

EL IMPERIO DE LA LUZ / EMPIRE OF LIGHT / Reino Unido-2022 / Director Sam Mendes / Intérpretes Olivia Colman, Micheal Ward, Colin Firth, Toby Jones / Color / Versión original con subtítulos en castellano / Duración 1h.55 minutos.