El Cine y la Literatura están juntos desde los inicios del genial invento de 1896. Cuando las imágenes primitivas necesitaron de textos, se buscaron en el arte de las Letras. Tanto obras de Teatro como novelas o Libros clásicos, estuvieron sujetas a ser adaptadas al nuevo formato, que con enorme voracidad necesitaba y necesita palabras para que su construcción conjugue con la Imagen. El Cine Mudo también hablaba a través de sus textos intercalados entre una escena y otra. Y aparecieron los escritores para las películas: los genuinos guionistas. Que podían elaborar a partir de un texto previo o trabajar desde su imaginación y creatividad. En este paseo que iniciamos en Tandil, en un nuevo Espacio que intenta convertirse en referente cultural que sume a las distintas opciones que la ciudad ofrece, nos comprometemos a traer a la pantalla obras cinematográficas que se hayan inspirado de una manera u otra en la Literatura.

Para esta primera función hemos elegido un título que combina talentos de una y otra rama de la Cultura: un Escritor y Filósofo se acerca al Cine de la mano de un Productor histórico utilizando para la adaptación a un grupo de Interpretes de enorme nivel que son dirigidos por un Director y Guionista fundamental. La suma de nombres talentosos da como resultado una obra a recuperar, perdida en la memoria y necesitada de ser descubierta para que los actuales espectadores puedan reflexionar sobre su oferta. Jean Paul Sartre, Carlo Ponti, Sophia Loren, Maximilian Schell, Fredric March y Vittorio de Sica son los condimentos de este plato exquisito cuyo sabor puede gustar mas o menos, pero en ningún caso dejar indiferente.

En 1959 Jean Paul Sartre (1905-1980) estrena su obra teatral «Les Sequestres d’Altona», una reflexión sobre el pasado reciente europeo con la historia de un núcleo familiar atravesado por la Historia. Una década después de finalizada la Segunda Guerra Mundial, las consecuencias del Nazismo se hacen sentir en la piel de unos personajes que fueron testigos y actores de toda aquella época sórdida pero tan rica en inspiraciones para la creatividad. El autor francés trazó a lo largo de su extensa carrera palabras que alumbraron novelas, relatos, obras teatrales, ensayos, crítica y hasta guiones cinematográficos. Recordemos entre sus títulos «La Nausea» (1938), «El Muro» (1939), «Los Caminos de la Libertad»(1945-1949), «Situaciones» (1947-1976) o «El Ser y la Nada» (1943), Y en teatro «A Puerta Cerrada»(1944), «La Puta Respetuosa» (1946) «Kean»(1954), quizás la mas representada de todas ellas, y esta que hoy nos ocupa. Para el Cine, su nombre está en cinco títulos elaborados entre 1953 y 1967, cuando adaptó su trabajo «El Muro».

Carlo Ponti (1912.2007) fue uno de los mas grandes productores del cine europeo a partir de 1941, y durante su trayectoria estuvo tras films tan significativos como «La Romana» (1954), «Ulises» (1954) (dos clásicos del momento sobre textos de Moravia y de Homero) «Lola» (1961) de J.Demy, «Una Mujer es una Mujer» (1961) y «El Desprecio» (1963) de J.L.Godard, «Landrú» (1963) de C. Chabrol, «Un Cura» (1961) y «Morir Matando» (1962) de J.P.Melville (cuatro pilares del mejor cine francés de la época), «La Isla de Arturo» (1963) y «La Noia» (1963) de Damiano Damiani, «Blow-Up» (1966),» Zabriskie Point» (1970) y «El Pasajero» (1975) (tres obras enormes) de M.Antonioni «¿Qué?» (1972) de R.Polanski, «Feos, Sucios y Malos» (1976) y «Un Día muy Particular» (1977) de E.Scola y en la que, probablemente es la mas popular de todas sus producciones: «Doctor Zhivago» (1965) de D.Lean (sobre texto de Boris Pasternak) que se convirtió en una de las películas mas taquilleras de la Historia del Cine. Sin embargo, su nombre perdurará por siempre como el productor y marido de Sophia Loren, junto a quien realizó, entre otras, la mayor parte de las películas de la actriz con Vittorio de Sica. En cualquier caso un ejemplo de coherencia cinematográfica y modelo de cineasta (también los grandes productores lo fueron) hoy perdidos.

Vittorio de Sica (1901-1974) fue actor descollante a partir de los años 1930, cuando se convirtió por su apostura y talento en uno de los favoritos del público italiano durante los largos años mussolinianos, productor, guionista y director de mas de 30 títulos, con clásicos como «Lustrabotas»(1946), «Ladrón de Bicicletas» (1948), «Milagro en Milán» (1951) y «Umberto D» (1952), cuatro obras maestras del Neorrealismo, período deslumbrante en el quehacer cinematográfico gestado en los estertores de la Segunda Guerra Mundial. También realizó una serie de películas muy populares con Ponti y Loren, desde «El Oro de Napoles» (1954) hasta su último trabajo «El Viaje»(1974), obra que se estrenó tras su muerte. Fueron en total siete las veces que el autor dirigió a la actriz, y muchas mas las que trabajó a su lado como intérprete. Su obra conjunta es una de las mas apasionantes de la historia del cine italiano, con altos y bajos, pero absolutamente positiva.

Sophia Loren (1934) es uno de los mayores nombres en cuanto a actrices de cine podamos citar. Con una carrera iniciada como extra en 1949 a los 15 años de edad que ha dado títulos memorables entre los que figuran sus citados trabajos para de Sica: , «Dos mujeres» (fue la primer actriz de habla no inglesa por ganar un Oscar en su lengua original en 1962), «Bocaccio 70», «Ayer, hoy y mañana», «Matrimonio a la Italiana», y otros para directores clásicos italianos como Dino Risi, Alberto Lattuada, Alessandro Blasetti, Mario Monicelli, Renato Castellani, Mauro Bolognini, Ettore Scola, Lina Wertmuller o Francesco Rosi. Fuera de su país queda su presencia junto a nombres como Charles Chaplin, Cary Grant, Frank Sinatra, Paul Newman, Marlon Brando, Clark Gable, Anthony Quinn, Jean Gabin, Martin Ritt, Sidney Lumet, Carol Reed, George Cukor, entre otros.

Maximilian Schell (1930-2014) fue actor y realizador de origen alemán y su nombre brilló con intensidad a partir de 1955, primero en su país natal y luego en EE.UU y Europa. También dirigió, destacándose entre su obra el fascinante documental que realizó en 1982, «Marlene», donde indaga sobre la obra y la personalidad de su compatriota Dietrich.

«Los Condenados de Altona» fue estrenada en un momento en que el nombre de todos los citados brillaba en su esplendor, pero no consiguió respaldo critico ni muchos menos popular. Su mezcla resultaba muy poco conveniente para la memoria de una población que intentaba olvidar un pasado tan reciente. Se necesitaba tiempo para su valorización y quizás ese momento sea este presente cuando los fantasmas del Fascismo, con nuevos rostros pero sospechosas intenciones equivalentes, parecen habitar cada vez mas nuestro tiempo. El Cine verdadero, como cualquier Arte que se precie de tal, debe inquietar, molestar conciencias, provocar reflexiones, para ayudarnos a comprender que el Pasado siempre es posible de ser convertido en Presente. La voz de estos artistas memorables resuena hoy con mayor fuerza que nunca. Sepamos interpretarlas.

«LOS CONDENADOS DE ALTONA» ( I Sequestrati di Altona,1962)/ Italia- Francia / Director: Vittorio de Sica / Intérpretes: Sophia Loren, Maximilian Schell, Fredric March, Riobert Wagner y Francoise Prevost / Hablada en italiano y alemán con subtítulos en castellano / Blanco y Negro / Duración: 1h 50 minutos /