Un hombre y una mujer se reencuentran después de treinta años. Han sido pareja y padres de dos hijas. Pero en todo ese lapso no han vuelto a verse. En una casa perdida en medio del bosque viven su nuevo tiempo juntos. Un hijo de un matrimonio anterior de él y su hija, nieta del anciano, comparten los días en que Marianne y Johan intentarán descubrir quienes son ahora. El presente que va armándose con retazos de un pasado distante pero jamas olvidado. La memoria y la vida fluyen por las venas de ambos. Y en la de esos dos recién llegados a la vida de la visitante. Con esta trama en apariencia sencilla, el genial artista sueco Ingmar Bergman (1918-2007) se despide del cine. Y lo hace utilizando las nuevas tecnologías digitales, experimentando con un tipo de imagen diferente al celuloide y al vídeo televisivo con los cuales trabajó a lo largo de toda su vida, desde que debutara en los años cuarenta. El Teatro y la Literatura fueron sus otros territorios y en todos fue igualmente deslumbrante. Uno de los pocos genios de la Historia del Cine y de los mayores nombres de todo el Siglo XX. Quién quiera encontrar retratos del ser humano en su mas profundo sentido, tendrá en la obra del sueco el mejor material entre sus manos y delante de sus ojos. Porque tras la sencillez citada se encuentra todo un complejo entramado de emociones, sensaciones, reflexiones, sueños y realidades que trascienden la cuestión de un país, de una idiosincrasia, de una cultura. El ser humano bergmaniano somos todos y todas. Como un investigador que no aparta jamas la lupa de sus criaturas, el cineasta narra con el lenguaje cinematográfico lo que pocos habían logrado antes. Y complementa con su mirada la obra de otros genios del cine como Griffith, Chaplin, Stroheim, Lang, Buñuel, Ford, Hitchcock, Renoir o de Sica. Todos hacedores  del deslumbrante Arte surgido en las postrimerias del Siglo XIX.

La actriz Liv Ullmann (1938) nacida en Tokyo de padre noruego, fue descubierta por el Maestro en su film de 1966 «Persona». Desde entonces rodaron una decena de películas que son ya parte de la Historia del Cine, como «Vergüenza» (1968), «Gritos y Susurros» (1972), «Escenas de la vida conyugal» (1973) o «Sonata de Otoño» (1978). Otro actor querido por el realizador, Erland Josephson(1923-2012) encarna al protagonista masculino. Ambos continúan con los personajes que construyeron en el citado título de 1973, que fue primero serie de televisión en cinco episodios y luego película para los cines. En la actualidad, transformada en obra de teatro, «Escenas de la vida conyugal» recorre los escenarios de Argentina, España y otros países con sus personajes emblemáticos que siguen demostrando la vigencia del artista nórdico, quién explica así el título de su obra final: » evoca la bella suite para violonchelo de Bach. Una zarabanda es, de hecho, un baile por parejas. Se describe como muy erótico y fue prohibido en la España del Siglo XVI. Finalmente se convirtió en uno de los cuatro bailes prefijados en las suites instrumentales barrocas, al principio como el último movimiento y posteriormente como el tercero. La película sigue la estructura de una zarabanda. Siempre hay dos personas que se encuentran. En diez escenas y un epílogo.» Palabra de Bergman.

«SARABANDA» (SARABAND, 2003) / Suecia / Director Ingmar Bergman / Intérpretes Liv Ullmann, Erland  Josephson, Borje Ahistedt, Julia Dufvenius, Gunnel Fred / Color / Hablada en sueco con subtítulos en castellano / Duración 1h 45 minutos.