«RETRATO DE UNA MUJER EN LLAMAS» ganó uno de los premios principales del Festival de Cannes 2019: el correspondiente a mejor Guión, así como la admiración de la crítica y público asistente, muchos deseosos de que se quedara con trofeos mayores. La directora ha realizado cinco películas entre 2007 (“Naissance des pieuvres”) y 2021 (“Petite maman”), estando consideradas todas entre lo mejor de la producción francesa de este periodo: estamos ante la aparición de una de las grandes artistas contemporáneas del lenguaje cinematográfico. Su especial sensibilidad para retratar los conflictos femeninos, especialmente los infantiles, aparece detrás de la construcción de cada una de las imágenes que atraviesan su obra. La película elegida es la cuarta de su obra y relata los pormenores de la creación artística enfocada en la pintura: Marianne es una pintora contratada para retratar a una joven rica que no quiere casarse. La acción transcurre en una isla del Canal de la Mancha a finales del Siglo XVIII y permite a la directora no solo un ejercicio estilístico sobre la época sino lo que lo vuelve más atractivo, una pintura social de aquel tiempo. Las diferencias sociales están en primer plano y el valor del dinero y el lugar que cada cual ocupa en la narración, lo demuestra. Las cosas no han cambiado nada con el devenir del tiempo (el progreso es otra cuestión) y nuestro presente, parece decir la cineasta, es más feroz que aquel pasado recuperado para la ocasión. Una película formidable que atraviesa ese otro terreno del cine donde el entretenimiento banal, enceguecedor, alienante que manda en los formatos actuales, no tiene cabida. El arte que resiste, que provoca, que indaga, es el más valioso. Y el lenguaje cinematográfico vuelve a mostrarse en plena plenitud, valga la redundancia verbal. La relación establecida entre Marianne y Heloise, siempre bajo la tremenda presión de la Condesa, madre de la joven, va transcurriendo desde lo profesional a la íntimo, teniendo como telón de fondo un paisaje deslumbrante, tanto natural como en la interioridad de la mansión que cobija a los personajes, y sobre todo, y sutilmente, la cuestión de la creación que atormenta y llena a veces de gozo al artista. Asi, la pintura es parte del objetivo de la cineasta, que utiliza su cámara como pincel exquisito para entregar esta joya del panorama artístico actual. Una preocupación sobre el deseo, los afectos, la identidad y la libertad sexual, como describe el crítico Quim Casas en su excelente crónica para Dirigido por…(N.º 503), es lo que se esconde detrás de la mirada de la directora, una de las tantas voces femeninas que han irrumpido en la cinematografía global en las últimas décadas, cambiando para siempre el espectro cinematográfico masculino de directores célebres, y escasas mujeres durante su primer siglo de vida (Alice Guy, Agnes Varda, Vera Chytilova, Lina Wertmuller, Ida Lupino, Liliana Cavani, la argentina Vlasta Lah, Pilar Miró, Margarette von Trotta).

«RETRATO DE UNA MUJER EN LLAMAS» / PORTRAIT DE LA JEUNE FILLE EN FEU / Francia-2019 / Dirección Céline Sciamma / Intérpretes Noémie Meriant, Adéle Haenel, Luána Bajrame, Valeria Golino / Fotografía: Claire Mathon / Color / Hablada en francés con subtítulos en castellano / Duración 2hs.