El cine vasco va encontrando nuevas formas de expresión con la incorporación incesante de nuevos y jóvenes cineastas que aportan una personal mirada sobre el mundo que los rodea. Kaldo Almandoz (1973) ganó prestigio por una serie de cortometrajes realizados a lo largo de dos décadas y ahora debuta en el largo con este título que fue galardonado en el último festival de Cine de San Sebastian 2018, en su edición 66 con el premio Irizar. Forma parte del cine mas independiente y renovador que corre paralelo al de producciones comerciales y que encuentra su lugar en los festivales y salas de cine arte. El País Vasco que aparece aquí carece de nombres concretos para centrarse en un paisaje pocas veces mostrado en la pantalla: marismas y zonas industriales que conviven con los caseríos mas tradicionales. Los elementos y el paisaje son protagonistas a la par que los interpretes: unos se entrecruzan con los otros al compás de imágenes de gran potencia visual y músicas que aparecen y desparecen enriqueciendo cada fotograma. Cinco personajes estructuran una historia que debe ser atendida por el espectador para armar una especie de rompecabezas a la vez complejo y sencillo. Las relaciones entre los seres humanos son las mismas de siempre pero la mirada del realizador las re-ubica en un presente que ha mutado las antiguas tradiciones en actuales comportamientos. Ya no es una tierra solo de nativos sino que es compartida con la llegada de otros. La emigración presente ocupa el espacio de inmigración de otros tiempos: ya no son vascos que van al exterior a encontrar fortuna, sino extranjeros ricos y pobres que llegan a Euskadi en busca de nuevas oportunidades. Del norte de África o de Japón, jóvenes que se ganan la vida como pueden o empresarios que vienen a abrir nuevos mercados en un mundo globalizado que todo lo abarca. Las tradiciones y los comportamientos de un pueblo persisten pero tambien son atravesados por las culturas recién llegadas. Khalil es un joven que vive aquí desde los seis años cuando llego con su familia desde el norte de África, Jose Ramon y Martin son hermanos lugareños que comparten casa pero no se hablan desde hace años, una guardia forestal sigue en silencio sus pasos y una joven que atiende el negocio de su padre acompaña al extranjero. El dinero se consigue como se puede y Khalil no tiene pudores en las formas. Trabaja tanto la tierra como acompaña a pescar o vende droga. Las relaciones entre los habitantes de toda Europa han cambiado en los ultimas décadas y el panorama del presente poco tiene que ver con el anterior. Del progreso y del rechazo, de la incomunicación y las relaciones dañados, de madres que quieren y cuidan a su hijos, de estas y muchas otras cosas trata la película. Una de las mejor consideradas por la critica española del año 2018 y el primer film de un realizador que promete. Como muchos otros de su entorno vasco que con cada colaboración vas dibujando la diversidad de una cinematografía pujante que poco a poco, y casi en silencio, va construyendo y completando la identidad de la cultura vasca.

«OREINA /CIERVO» (2018) / España / Director Kaldo Almandoz / Intérpretes Laulad Ahmed Saleh, Ramon Agirre, Patxi Bisquert, Iraia Elias, Erika Olaizola / Color / Hablada en euskera, castellano, frances, inglés y japones con subtítulos en castellano / Duración 1h 25 minutos.