Una película con trasfondo del mundo del cine, ambientada en el Festival de San Sebastián, filmada en lugares naturales además del incomparable estilo de la ciudad vasca, es el escenario de esta comedia que Woody Allen dirigió, escribió y no protagonizó, donde la mirada vuelve a detenerse sobre los vaivenes de una pareja de adultos, hastiados de la vida en común y que se enamoran de otras personas. Una temática tan antigua como efectiva cuando está bien tratada. Rifkin fue alguna vez un profesor de cine y ahora acompaña a su esposa Sue que representa actores y directores en una nueva edición de una de las grandes fiestas anuales del norte de España,un encuentro que reúne por unos días a personas llegadas desde todos los puntos del planeta para exhibir sus trabajos, difundir sus egos y vender sus productos. Rifkin es un señor poco agraciado físicamente que se enamora de la bella doctora que le tratará eventuales y casi siempre imaginarios problemas de salud, mientras Sue se entretiene y despierta antiguas latencias con un pedante director francés mucho menor que ella. La música extraordinaria del eterno jazz, los sueños del protagonista en blanco y negro, la memoria de los grandes cineastas europeos amados por el propio Allen da pie a hermosas y breves imágenes que reinterpretan y homenajean obras clásicas de Fellini, Bergman, Welles, Buñuel o Godard. Cercano a los noventa años de edad, el director realizó su última obra ante la indiferencia de los productores norteamericanos que, argumentando cuestiones judiciales de ambiguas interpretaciones, dieron la espalda a uno de los mayores artistas del país. Quién no por eso ha bajado los brazos y continúa haciendo lo que mejor sabe, el cine. La obra de Allen se compone de grandes, medianas, mediocres y malas piezas que le devuelven su condición humana más allá de mitificaciones pertinentes que da dimensión a la trayectoria de cualquier artista verdadero. Esta obra número 49 entre los trabajos estrenados como director es una pieza tan pequeña como deliciosa, redonda y sencilla, alejada de pretensiones experimentales y cercana a un canto de amor. Pero ya ha filmado en París su opus número 50. Una cifra redonda.

«EL FESTIVAL DE RIFKIN» / RIFKIN’S FESTIVAL» / España-Italia- EE.UU.- 2020 / Dirección Woody Allen / Intérpretes Wallace Shawn, Gina Gershon, Elena Anaya, Louis Garrel, Sergi López / Versión original con subtítulos en castellano / Color / Duración 1h. 28 minutos,