El cine recupera un personaje de la historia europea muy popular (o mediático, por usar un término actual) en su tiempo  y que alcanzó una segunda dimensión de la fama a lo largo de los años cincuenta cuando en tres películas fue convertida en éxito de taquilla en medio planeta y personaje emblemático del cine más almibarado y, hay que decirlo, alejado de la realidad: la emperatriz Isabel de Austria, Elizabeth von Osterreich, (1837-1898) fue la base sobre la que se edificó el mito Sissi encarnado en producciones alemanas por la actriz Romy Schneider (1938-1982), y recuperado en 1972 por la misma intérprete en un registro totalmente opuesto en la obra maestra de Luchino Visconti, «Ludwig».

La princesa consorte de uno de los últimos emperadores del imperio austro-húngaro fue una mujer de enorme belleza e influencia en su tiempo, destacando diferente a la mayoría de iguales al intentar una vida en paralelo, donde los viajes por diferentes geografías fue uno de los datos más significativos. Con sesenta años de edad cumplidos fue atacada en un puerto por un anarquista italiano que la apuñaló y causó su muerte horas después.

Una cineasta de origen austriaco, la recupera en esta película donde intenta, desde la ficción, indagar la esencia del personaje, al menos en términos puramente cinematográficos, lo que significa una re-escritura total sobre el mismo. Con licencias poéticas que el cine habilita, cuando lo que interesa no es tanto el rigor histórico como la encarnación de una mujer, un contexto, una época para proponer desde alli su modernidad. Isabel acaba de cumplir sus cuarenta años, edad que la convierte automáticamente en vieja. Asi de sencillo parece ser para la corte y la época ésta cuestión de la edad, que se extendió con más o menos diferencias hasta los años setenta del pasado siglo. Lo que hoy resulta absurdo no lo era entonces. Isabel no soporta los protocolos, no está de acuerdo en cómo educan a sus hijos, no parece guardar un gran amor por su marido aunque si una cierta complicidad que les acerca a una relación puramente amistosa. Como muchas parejas del presente.

Dirigida por la cineasta Marie Kreutzer (1977), nacida en Austria, quien debutó en 2011 y cuenta al presente con 5 largometrajes y varios cortos en su filmografía y protagonizada por una de las actrices jóvenes más prestigiosas entre las surgidas en la última década: Vicky Krieps (1983), nacida en Luxemburgo, la película ha sido muy bien recibida desde su estreno en el festival de Cannes. Una recuperación de una Sissi más humana, creíble y cinematográficamente valiosa.

«LA EMPERATRIZ REBELDE» / CORSAGE / Francia- Austria- Alemania- Luxemburgo / Dirección Marie Kreutzer / Intérprete Vicky Krieps / Color ( Versión original con subtítulos/ Duración 1h.54 minutos.