A los 96 años de edad ha muerto en Francia una de las mas grandes figuras de su cinematografía. Pocos nombres traspasan las barreras del tiempo, y el de esta inmensa actriz fue uno de ellos. Junto a Danielle Darrieux, Edwige Feulliere, Arletty, Simone Signoret, Jeanne Moreau, Annie Girardot, Brigitte Bardot, Anouk Aimee, Catherine Deneuve, Isabelle Huppert, Isabelle Adjani, Juliette Binoche,forma el «batallón» de las mujeres mas representativas del cine galo, dentro y fuera de sus fronteras.

Debutando a los 15 años en un film protagonizado por la ya consagrada Danielle Darrieux (1917), «Mademoiselle Mozart», su rostro despertó inmediatamente el interés del realizador Marc Allegret que la llevó a protagonizar sus dos siguientes films: «Gribouille» (1937) y «Orage» (1938). De la visión de estas obras saldría la propuesta para protagonizar la película que la consagraría a los 18 años de edad (hasta hace pocas décadas era una edad «común» para triunfar en el Cine) «El muelle de las brumas» (1938), el clásico dirigido por Marcel Carné y uno de los films emblemáticos del cine francés de todos los tiempos. Con su clima extraño, sus diálogos literarios, la confluencia de los talentos que la hicieron posible, hicieron de la bella Michele Morgan una estrella en forma instantánea en este hito del ·realismo mágico francés»..

Desde su debut y hasta y la irrupción de los nazis en Francia, que marcaría el tiempo del exilio de la actriz, aparece en una serie de títulos exitosos junto a nombres como Jean Gabin, Charles Boyer, Raimú, Julien Duvivier o Jacques Feyder. Pero deja Francia ante la llegada de Hitler y se encamina a USA, donde su nombre en Hollywood jamas encontró el lugar deparado a otras actrices europeas. Debuta en 1942 en «Joan of Paris» de Robert Stevenson y consigue un buen suceso con el film, que antecede a varios fracasos: «»Two tickets to London» (1943), «Higher and Higher» (1943), «Passage to Marseille» (1944), un fracaso de los hacedores de «Casablanca» (Michael Curtiz, Humphrey Bogart y Warner Bros) y un excelente y desconocido «film noir» «The Chase» estrenado en 1946.

Ese mismo año, finalizada la Segunda Guerra Mundial y ya de regreso en Francia, triunfa en Cannes con el film de Jean Delannoy » La Sinfonía Pastoral», adaptación del clásico de André Gide. Este suceso la convierte otra vez en la figura de éxito que había abandonado el país años antes. Y a partir de allí y hasta 1967 su nombre no deja de estar en Italia, Inglaterra y Francia. Entre ellos destacan » El Ídolo Caído» (1948) de Carol Reed, «Fabiola» (1949) de Alessandro Blasetti, precursora o renovadora del antiguo cine histórico que daría lugar al gran «peplum» europeo de los años 50/60, «Los Orgullosos» (1953) de Yves Allegret, «Las grandes maniobras (1955) de Rene Clair, o  » Si Paris nos contara…» (1956) de Sacha Guitry.

Despreciada por el «núcleo duro» de Cahiers du Cinema, los discutibles precursores de la Nouvelle Vague (afirmaron demasiadas tonterías y solo algunos realizaron obras ejemplares), entre ellos el sobrevalorado Francois Truffaut, fue rescatada sin embargo por uno de los mejores integrantes de este movimiento, el gran Chabrol, ajeno a dictados absurdos de algunos de sus elitistas compañeros, que en su «Landrú» de 1963 la convirtió en una de las victimas del famoso criminal en serie. En 1967 otro talentoso cineasta, Miche Deville, la convierte en protagonista de » Benjamin, el despertar de un adolescente» (1967) film que cerraría una carrera de tres décadas de éxitos.

En 1975 regresa de la mano de Claude Lelouch, cuando este aun contaba con prestigio, en «El Gato y el Ratón», una comedia policial realizada para su lucimiento. Y en 1990 filma su última obra para el cine de la mano de Giuseppe Tornatore, (en su fracasado film post «Cinema Paradiso») «Estamos Todos Bien», sostenida sobre el talento inmenso de Mastroianni. Su aparición se da en los últimos momentos cuando el protagonista encuentra en la fila de un autobus a tan distinguida dama. El rostro aun bello de Morgan a los 70 años volvió a encandilar a los cinéfilos de siempre.

A finales de los años 70 publica su autobiografía: «»Avec ces yeux-la…» (Con esos ojos, en Argentina) uno de los mas honestos relatos en primera persona que una figura de su nivel haya escrito jamás, donde narra todo lo antes citada desde su mayor honestidad. El triunfo, el amor, el exilio, la Resistencia, el regreso, sus películas. Un libro apasionante sobre la historia de una mujer que rechazó dos roles magníficos (se arrepintió de ello): «Senso» de Visconti y «La Noche» de Antonioni. Y que por circunstancias ajenas no pudo protagonizar «La Sospecha» de Hitchcock (no hablaba bien el ingles, según su director) ni » Casablanca» de Curtiz ( era mas cara que la actríz sueca, según los productores). Cuatro obras clásicas del cine que con su presencia hubieran tenido, seguramente, otra color. Alida Valli, Jeanne Moreau, Joan Fontaine e Ingrid Bergman deberían estarle agradecidas por semejante regalo.

Michele Morgan trabajó en 75 personajes a lo largo de su carrera, algunos de ellos en televisión. «»La Rivale» (TV, 1979) fue el último de ellos. En 1978 debutó en teatro. Mantuvo paralela una carrera como pintora y escritora. La sobrevive Danielle Darrieux, la única figura con la que pudo competir en estilo y talento en su época, que cumplirá pronto 100 años.

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